[PUBLICADA ORIXINALMENTE POR LA VOZ DE GALICIA O 19/06/2022 ligazón ]

Ana Belén Fernández Souto (Pontevedra, 1976), profesora e investigadora de la Facultade de Ciencias Sociais e da Comunicación del campus de Pontevedra, es la directora de la nueva Cátedra Afaga-Atendo de Idadismo de la Universidad de Vigo. Su objetivo es que la discriminación por razón de edad desaparezca de la sociedad.

—El motivo por el que nace esta cátedra está muy claro.

—Sí, nace para combatir el edadismo, para que desaparezca. Nace para que la discriminación por la edad muera. El edadismo es la discriminación que sufre una persona por el hecho de ser mayor. La propia OMS ha lanzado una campaña mundial contra el edadismo y estamos en la década del envejecimiento saludable, 2021-2030. El edadismo está en todas partes aunque no seamos conscientes, por decirlo de alguna manera, todos caemos en el pecado.

—¿Qué pretende aportar la cátedra desde Galicia?

—Ferrol es la ciudad más envejecida de España y Ourense y A Coruña también están entre las once de este top. Galicia tiene una sociedad muy envejecida y queremos, con la amparo de la universidad pero con el respaldo de la sociedad y la empresa, intentar dar un enfoque social. El envejecimiento se ha abordado desde otros ámbitos como la gerontología o la medicina, pero nosotros optamos por un enfoque interdisciplinar que tenga como base la comunicación para sensibilizar.

—La cátedra se anunció el pasado abril con la firma de un convenio. ¿Hay alguna actuación concreta?

—Algo concreto, no. Todavía estamos aterrizando. Estamos intentando ampliar la red de instituciones públicas y privadas. Desde que se conoció la creación de la cátedra han contactado con nosotros. Este es un problema social y, con suerte, todos vamos a llegar a esa etapa. La intervención en el ámbito educativa será fundamental, por eso la base de la cátedra está en la universidad, junto al intercambio intergeneracional.

—¿Cómo se crea conciencia?

—Esto implica a la sociedad en su conjunto y a todas las personas. El edadismo es la tercera forma de discriminación tras el racismo y el sexismo. Hay que mentalizarse y crear conciencia para combatir el edadismo, que está también en el lenguaje que nos presenta a los mayores como gente sin ilusión o cascarrabias.